lunes, 3 de octubre de 2016

Trabajo Independiente

El trabajo independiente es cuando el alumno puede relacionar correctamente el planteamiento de la tarea con los medios a seguir para realizarla, cuando puede aplicar sus conocimientos y capacidades para realizarla sin necesidad de que el maestro intervenga directamente para orientar cada detalle (...), aquel que se realiza sin la participación directa del maestro, pero con la orientación del mismo en un tiempo establecido y durante el cual los alumnos se esfuerzan conscientemente por lograr los objetivos planteados, manifestando de una forma u otra los resultados de su actividad física o mental (o ambas).

Constituye una de las vías fundamentales que propicia el desarrollo de las potencialidades cognitivas de los estudiantes dentro del proceso de enseñanza desarrollo de la carrera de PNFI los facilitadores o docentes debe las posibilidades que brinda la inclusión de tareas para cuya solución el estudiante tenga que trabajar de forma independiente tanto en la propia buscando las vías que a él, como ser cognisciente, le sean más adecuadas para apropiarse del conocimiento, elaborando su propio conclusiones que fundamenten los resultados de su trabajo, todo lo cual, evidentemente, contribuye al desarrollo de su nivel metacognitivo.

En estos tiempos, aprender y enseñar implica trabajar de manera independiente para lograr un objetivo. También implica adoptar modelos no tradicionales y propiciar las vías para acceder al conocimiento. Para lograr tales resultados, es indispensable que el estudiante y el profesor alcancen una preparación individual desde su inserción en un grupo de trabajo, en el que se ofrezcan los niveles de ayudas requeridos para tales fines, todo basado en el desarrollo de un proceso de trabajo independiente concebido para la formación, en el cual, más que impartir conocimientos, se enseñe a desarrollar los procesos metacognitivos: qué sé del contenido que estoy estudiando, hasta dónde quiero y puedo llegar y qué me falta por aprender de él. Dicho proceso comprende:

  • Fijar las metas o propósitos. En primer lugar, es necesario identificar el problema y, a su vez, conocer el tema, determinar lo que se sabe sobre este y lo que se tiene que aprender. Ello permite la formulación de las estrategias adecuadas para lograr los objetivos propuestos; es importante, además, reflexionar acerca de los documentos que se van a consultar al margen del libro de texto, así como sobre la organización de la información, una vez que se haya obtenido, es decir, cómo la vamos a presentar a los demás: oralmente, por escrito, en un resumen, etc.
  • Planificar el aprendizaje. Se planifica el aprendizaje en función de la etapa anterior; quizá deba pensarse también en los recursos que se van a utilizar, pues de nada sirve plantearse la búsqueda de información en internet, por ejemplo, si se tiene una computadora pero esta no está conectada a la red, o si no se dispone de computadora y además es difícil acceder a ella.
  • Controlar dicho aprendizaje. A la hora de estudiar, es fundamental controlar el progreso propio para actuar en consecuencia y a tiempo; para ello se recomienda la confrontación de criterios con otros estudiantes.
  • Evaluar lo que hemos aprendido. Este momento implica la presentación, confrontación y puesta en práctica del conocimiento adquirido; después de ello, dependiendo de las carencias detectadas, determinar la construcción de un plan de actuación que corrija las debilidades existentes. Es recomendable y muy productiva en este aspecto la socialización de las ideas en el espacio grupal.
  • La retroalimentación. Consiste en complementar y reorientar la información adquirida. O sea, después de la socialización y la discusión en el grupo, es necesario reanalizar cada conocimiento construido y reelaborarlo sobre la base de lo aprendido y corregido en el grupo.



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